martes, 4 de mayo de 2010

POR UNA ANDALUCÍA LIBRE DE PARO



POR UNA ANDALUCÍA LIBRE DE PARO


El 1º de mayo de 2010 está marcado por una profunda crisis en la globalización capitalista que Andalucía está sufriendo de una forma mucho más intensa que otros territorios: un millón de parados es una tragedia colectiva, especialmente para los jóvenes cuya tasa de paro alcanza el 45%, frente a la que tenemos que actuar unidos sin perder más tiempo. El paro, la corrupción y la dependencia son los grandes enemigos de Andalucía y el Pueblo Andaluz tiene que combatirlos activamente, con todas nuestras energías, hasta sus raíces.


Este manifiesto quiere denunciar las causas de esta situación y proponer alternativas para la esperanza.


Denunciamos como responsables directos de la crisis diferencial en Andalucía a los viejos partidos centralistas, que han construido un sistema político bipartidista y sucursalista con el apoyo de las grandes multinacionales financieras y de la comunicación. Andalucía está pagando muy caro haber depositado su confianza en ellos.


Ahora nos estamos dando cuenta de las consecuencia de la falta de perspectivas y el oportunismo electoralista del PSOE en Andalucía que habiendo tenido el poder ininterrumpidamente desde el inicio de nuestra autonomía no ha sido capaz de construir un sistema económico y político sólido sino que ha alentado el desarrollismo, el urbanismo salvaje, la destrucción de nuestro patrimonio cultural y medioambiental y el consumismo sin freno, a pesar de haber contado a su favor con el impuso de la democracia, la autonomía y la entrada en la Unión Europea.


Al mismo tiempo denunciamos la grave crisis política que padecemos y que empieza ya a socavar incluso las instituciones básicas: denunciamos la corrupción de los dos viejos partidos centralistas, en especial en el PP y la connivencia de su “delegado” en Andalucía, Arenas, el ex ministro de Aznar y el amigo de Bárcenas. O nos tomamos en serio la lucha contra la corrupción o el sistema democrático se verá seriamente afectado, sobre todo cuando este escándalo contrasta con la situación generalizada de necesidad social motivada por el paro masivo, la destrucción del trabajo autónomo y la crisis de la pequeña y mediana empresa. Es imprescindible, al menos, reformar la ley del suelo, la ley electoral y la ley de financiación de los partidos políticos para evitar la corrupción.


Denunciamos el peligroso desprestigio, en estas circunstancias, de los máximos órganos judiciales que son la garantía del Estado de Derecho y de la solución pacífica de los grandes conflictos sociales: la parálisis del Tribunal Constitucional que no se atreve a emitir sentencia sobre el Estatuto de Cataluña por razones políticas y el acoso del Tribunal Supremo al Juez Garzón por aplicar el principio de justicia universal al régimen franquista. Es prioritario modificar las leyes para garantizar la neutralidad y despolitización del poder judicial y de las administraciones públicas.


El Pueblo Andaluz tiene que construir una salida propia, estable y sostenible para superar la crisis económica y política. Andalucía necesita poder político y económico propio, valores basados en la igualdad y en nuestra identidad cultural y una perspectiva clara de hacia donde dirigir nuestros esfuerzos para crear un millón de puestos de trabajo, asegurar las condiciones mínimas de vida de la ciudadanía andaluza y reorientar nuestros factores productivos hacia otro modelo adaptado a la sociedad postindustrial.


Reivindicamos un Poder autonómico real, tanto político como económico, para salir de la crisis. Es imprescindible recuperar las elecciones propias para el Parlamento andaluz, disponer de una banca pública andaluza a través de la Caja Única y de centros de decisión económicos y tecnológicos propios.


Necesitamos poder político propio para conseguir los recursos económicos que nos corresponden. En esta circunstancias es casi un delito que el gobierno de Madrid con la subordinación del gobierno de la Junta hayan buscado un truco para no pagar la deuda histórica, pero mientras que manden en Andalucía el PP y el PSOE, el gobierno de turno de Madrid no le tendrá respeto a Andalucía.


Necesitamos reducir el déficit público mediante una reforma fiscal basada en un impuesto a la banca sobre sus beneficios, como se está haciendo en muchos Estados europeos; en la lucha contra el fraude fiscal; en un impuesto sobre las grandes fortunas y en una fiscalidad verde que grave las emisiones contaminantes.


Necesitamos reducir el gasto no social y no productivo, el gasto ineficiente de las Administraciones Públicas: pedimos la supresión de Diputaciones; la reducción de Consejerías; la supresión de empresas públicas y limitación del sueldo de los cargos de designación política.


La idea de igualdad es la clave para construir la solidaridad necesaria con la que afrontar los sacrificios que es necesario hacer frente a la crisis.


Reivindicamos la aprobación urgente de la Renta Básica, contemplada en el Estatuto de Autonomía, como garantía frente a las situaciones de necesidad que cada día se van multiplicando al agotarse las prestaciones por desempleo.


Hoy mas que nunca es imprescindible defender el Estado del Bienestar y el trabajo estable y de calidad: nunca admitiremos que se reduzcan las escasas garantías que existen para el trabajo estable; nos opondremos radicalmente a la bajada de las pensiones o la ampliación obligatoria de la edad de jubilación; impulsaremos una política decidida de alquileres públicos de vivienda y de rehabilitación; defenderemos la discriminación positiva de la mujer y haremos todos los esfuerzos para que se dote de los medios necesarios a la lucha contra la violencia de género, verdadera lacra social que la derecha centralista y sus nuevos servidores quieren ocultar incluso culpabilizando a las víctimas.


Hay que impulsar los valores de la cultura andaluza, amenazados por la globalización, como el contenido necesario de una nueva convivencia sobre valores colectivos y de solidaridad. Reivindicamos un nuevo modelo de televisión y radio pública andaluza que mire a la sociedad y no al mercado económico o político.


Al mismo tiempo, a pesar de estar en unas condiciones difíciles, tenemos que realizar un gran esfuerzo colectivo para construir una nueva economía sostenible ante la realidad del cambio climático (calentamiento, inundaciones, alteraciones climáticas, etc.) y del agotamiento de los recursos no renovables. Los andalucistas tenemos la voluntad política de impulsar una estrategia de transición para crear un millón de empleos al mismo tiempo que ponemos la un nuevo modelo económico sobre la base de las energías renovables, el impulso tecnológico, la territorialización de la economía, la educación y una nueva cultura sobre el consumo.


Por último queremos realizar un llamamiento a favor de los Ayuntamientos que se encuentran mucho de ellos en una situación desesperada y que son las administraciones imprescindibles a las que acuden en primer lugar las personas que residen en Andalucía para pedir soluciones ante las situaciones de necesidad concretas que están provocando la crisis. Necesitamos con urgencia una nueva financiación local y que las inversiones del Estado contra el paro no se repartan en función de la población sino del número de parados.


¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE¡